La Posada

Rasilt entra en la posada buscan un lugar donde poder descansar y comer algo, sin tener que pelear conlos demás mimbro de la clan por quien se come el utltimo muslo del pollo o quien va a beber más cerveza. Entra en la posada y se siente en una mesa cerca del fuego.

-Una copa de Vino- Dice levantando la mano -Por fabor.

*tora entra buscando a alguien, mira hacia el fuego y se acerca*
que tal fue?? sus almas an sido purificadas hermano?

*observa su copa vacia alzada*
dice a la posadera, -por favor hermana, podria servirnos??

Rasilt mira al fuego y después a su consejero espiritual y amigo

-Al parecer el primogenito estaba infectado y el brote parece extenderse por la famlia- Rasilt lo
cuenta con algo de frialdad- Decidí matarles a todos antes de que se
extendiera, ardieron todos los miembros de la familia ayer noche -Rasilt mira
el fuego pareciendo recordad las llamas de al noche anterior, toda una
familia de cinco miembros- les pegue un tiro el la cabeza por compasión
antes de que ardieran.

Rasilt mira a Tora y después su copa vacía

*tora apoya su mano en la hombrera del cazador*

hiciste lo correcto, el fuego a purificado sus almas.

*tora recita*

El
camino del hombre recto esta por todos lados rodeado por las
injusticias de los egoístas y la tiranía de los hombres malos. Bendito
sea aquel pastor que en nombre de la caridad y de la buena voluntad
saque a los débiles del valle de la oscuridad. Porque el es el
verdadero guardián de su hermano y el descubridor de los niños
perdidos. ¡Y os aseguro que vendré a castigar con gran venganza y
furiosa cólera a aquellos que pretendan envenenar y destruir a mis
hermanos! ¡Y tú sabrás que mi nombre es sigmar, cuando caiga mi venganza
sobre ti!

Rasilt aprieta con fuerza el taliman de sigmar que cuelga de su pecho y agacha la cabeza

-Amen- levanta la cabeza y mira a su amigo -Gracias por tu Guia espiritual hermano

y como no venga pronto la posadera tambien habra que purificarla jajaja *tora rie sonoramente*

-Por cierto Capitán Tora- Dice cambiando el tono de voz -¿se sabe si los comandantes del emperador aceptara el precio por nuestros servicios? -lo mira con interés- si no aceptan tendremos que buscar a otros a quien ayudar, las arcas están casi vacías- como mi copa, piensa.

- pues si le soy sincero, no tengo la menor idea. conocemos lo desesperado que esta la guerra se esta cobrando muchas vidas y necesita hombres capaces, pero bien es sabido que una guerra no es barata.
solo depende de lo sensatos que sea el y los consejeros.-

-de todas formas... quiere que envie a alguien a la capital??-


*tora se levanta y se dirige detras de la barra, coge una jarra de vino y deja unas monedas sobre ella*
-maldita posadera- murmura.

Al fondo de la barra aparece una atareada joven sosteniendo una bandeja
con varias jarras vacías, una larga trenza morena moviéndose
rítmicamente al compás de sus movimientos.

Tras rellenar dos copas a toda velocidad, las sirve a los impacientes caballeros y dice mientras los mira:

- Mis señores... espero no tener que ser purificada, tengo demasiado trabajo.

Acto seguido, se pierde en la cocina con la misma prontitud.

Gracias señorita- Dice Rasilt mientras le sirve con una leve reverencia con la cabeza, acto seguido prueba el vino- Capitán, mandar una carta a sus altos cargos, encargados de hacerles llegar nuestro apoyo y voluntad de ayudar, pero no revagare el valor de nuestro servicios, seria como menospreciarnos.

*Raymond baja bostezando por las escaleras de la posada*

-Buenos días amigos míos. Se os oye desde mis aposentos, ¡malditas paredes de madera!

*Raymond sigue caminando hasta la mesa de sus compañeros*

-Señora posadera, haga el favor de servirme un vaso de leche, acabo de levantarme y tengo la garganta seca.

*Acto seguido, Raymond se sienta en la mesa junto a sus compañeros, mira a Rasilt y le dice con una sonrisa en la cara*

-A tu ultima pregunta, mi general, tengo la satisfacción de decirte que ayer noche llegó un mensajero con la respuesta oficial, hermanos...a partir de ahora trabajaremos para el imperio. Pero empezaremos dentro de un mes aproximadamente, así que aún hay tiempo de prepararnos, va a ser duro ya que esto no es nada comparable con las misiones que estábamos llevando a cabo hasta ahora, esto es la guerra.

Rasilt parece satisfecho, aunque no lo refleja demasiado

-Perfecto ahora solo es cuestión de esperar- Rasilt pone los pies en la mesa y piensa unos instantes -Se me ara larga la espera- Rasilt limpia su estoque machado por su ultimo trabajo y mira intrigado a su hermano. -¿crees que la posadera nos podrá hacer una buena platos comida para celebrar este contrato?-

Pues si que nos podria hacer una buena comida...

Pero no podemos relajarnos general, tenemos mucho que preparar y actualmente solo contamos con 9 efectivos.
necesitaremos tambien provisiones para la campaña escuderos que nos acompañen, y un largo etcetera

-Tora tienes razón- Rasilt piensa rápido -Lo primero es que se haga un inventario y se avise a los miembros que partieron a ver a sus familias que se reunan en el campamento base aquí en esta aldea. -mira su hermano menor- Comandante Raymond-dice con voz marcial.

Sarene aparece con lo pedido ante Raymond y se inclina con actitud airada:

- Señorita posadera, si no le importa, soldado *sonríe a medias, le sirve y sigue hablando mientras se va* cuando les plazca a los señores pueden disfrutar de los mejores alimentos de esta posada, saben que siempre tienen el mejor trato *echando un último vistazo a sus sacas antes de desparecer tras la barra*

-Todo eso después- levanta la mano y mira a la posadera -Señorita si nos hace el favor de asar un cordero o un jabalí para los miembros de nuestra compañía que están en la aldea, nos hería un gran favor- Rasit bebe una vez mas de su copa

pero para esta semana por favor.

- Si mi general, sus órdenes serán llevadas a cabo

*Raymond se gira y mira hacia el capitán Tora*

-Capitán Tora, proceda con el inventario tras terminar la comida

*Acto seguido le da un trago largo a su baso de leche y mira a la posadera*

- Comandate, señorita, no soldado. Perdone también mi error, no esperaba que una señorita como usted estuviera aún soltera *sonríe pensativo* Por cierto, esta leche no está nada mal

*Tras terminarse el vaso de leche, saca de un bolsillo interior unos pergaminos en blanco y comienza a escribir las cartas que hay que enviar a los que no están presentes en la aldea*

-como ordene mi comandante-

*Se abre la puerta de la posada un atractivo Alto elfo empieza a entrar en la posada, una cabeza con pelaje blanco asoma tras de el*

-*Con una expresión seria*Buenas amigos, perdonad que no haya venido antes pero.........-mira durante un rato el suelo y después a su acompañante-creo que entre los humanos no les hace precisamente gracia ver a mi querido amigo suelto por ahí. Además me han echado de todas las tabernas a las que he ido, ya que no podía preguntar a nadie donde estaba esta dichosa posada............-los mira con la cara seria- Tanto miedo da mi pequeño amigo?, vosotros lo conocéis bien solo ataca cuando se le ordena o cuando me agreden- por cierto....................- vuelve a mirar a su querido amigo- se puede pasar?, es que aquí en la puerta llamamos mucho la atención. Lo que no se es si el posadero o posadera que trabaje aquí le hará gracia verlo.-pensando para sus adentros, ya lo decia mi maestro los humanos son a veces una raza muy extraña.

*tora mira al elfo por encima del hombro*
*vuelve a su plato*

prefiero que me ataque un leon a que su amo se confunda e intente besarme

*Otro elfo llega a la puerta de la
posada, sobre su antebrazo descansa una gran espada elfica. Sus
rasgos son duros y parece tener cara de pocos amigos, pero al ver a
su compañero muestra una sonrisa*


- Sieros compañero, muy buenos
días.

*Seguidamente mira al león que
asomaba curiosamente la cabeza por la puerta*

- ¿Podrías dejarme pasar?

*El león se aparta y se sienta a
un lado de la puerta*

-Gracias, ojalá todos los
humanos de esta ciudad fueran tan respetuosos como tú.

*El elfo se acerca a sus compañeros
en el interior de la posada y hace una ligera reverencia con la
cabeza*

- General Rasilt, comandante Raymond,
Capitán Tora. Mi agudo oído no a podido evitar escuchar
vuestra conversación. Así que es cierto, nuestro
próximo trabajo será nada menos que adentrarnos en una
guerra. No puedo evitar mostrar mi inquietud pero a la vez la euforia
de saber que no habrá mejor ocasión para vengar a
nuestros compañeros. Mi odio y mi orgullo me han mantenido en
pié mucho tiempo, demasiado, el recuerdo de mis hermanos
fluirá a través de mi oja para dar muerte a los
enemigos de los seres libres... Oh disculpadme, estoy un poco
alterado. Posadera! Un vaso de leche por favor.

*tora sigue mirando el plato y dice*

-es un poco insolente por tu parte escuchar las conversaciones del alto mando.
aunque es una insolencia que se te puede perdonar.
tienes trabajo que hacer, debes hacer un inventario de todo lo que necesitariamos para la campaña, y no me pongas cosas como barriles de perfume y cosas asi. cuando lo termines damelo.-

*tora levanta la mirada hacia sus ojos*
ah, y es una orden.

Emm, si capitan...
*Kantarot termina su vaso de leche, deja unas monedas y se dirige a la puerta, mira al león y dice*
- Tal como te decía, ojalá todos fueran tan respetuosos como tú.
*Kantarot se gira y saluda con las cejas levantadas y cierto aire sarcástico a su general y se marcha*
-Adios Sieros, mas suerte que yo.

*Seguidamente entra Sieros dejando a su querido amigo esperando en la puerta*
-Bueno puede que sea mejor así, pues a nuestros compañeros les resultara más fácil encontrar la posada y no entrara nadie sospechoso.

-Buenas querido camarada Kantarot y hasta la vista esperemos tener mejor suerte.¡Y por favor, posadera o posadero, pongame un buen baso de leche y un buen trozo de carne cruda para mi amigo que espera fuera!.

*Se acomoda en su silla dejando a su lado su valiosa hacha*
-Entonces por lo visto dentro de poco comenzara la tan esperada oportunidad para demostrar nuestra valía en batalla como lo hicimos en tiempos anteriores con nuestros antiguos camaradas, hermanos y amigos.